Primavera de 1938, Viena ha dejado de ser un lugar apacible: gobiernan los nazis. La única salida es marcharse, pero no es fácil. Elise Landau lo consigue por medio de un anuncio de trabajo: en la mansión isabelina de Tyneford, en la lejana Inglaterra.
Hija de un escritor y de una cantante de ópera, hermana de una virtuosa instrumentista, mimada desde su infancia, tendrá que trabajar de doncella. Elise, que siempre tuvo servicio en casa, no sabe cocinar, ni dar brillo a la plata, ni cera a los suelos, ni de servir el té. Tampoco se maneja bien en inglés.
En Tyneford se enfrentará a los celos y las envidias, a las humillaciones clásicas, pero también descubrirá el amor. Sus únicos lazos con su hogar son las cartas de su hermana y una viola en la que su padre escondió un manuscrito antes de partir. La guerra se acerca, el mundo está cambiando y Elise también.
Cuando vi este libro no sabia nada sobre la autora y no me atrevía a leerlo, la razón ni yo me la explico. Aun así investigue un poco y llegaron a mi comentarios muy buenos sobre la autora y su anterior libro. Así que decidí lanzarme a lo que se presentaba como un relato trágico, y debo reconoces que ha merecido la pela, hacia mucho que no acababa un libro con esa sensación en el pecho que me dejan las buenas historias al leer sus ultimas paginas.
Me limpié las manos en la falda y recogí la ropa: una cofia y una mandil blancos. Eran los símbolos de una nueva vida y ya los aborrecía.Como algunos ya sabéis me gustan los libros que van mas allá de poner un numero en cada capitulo, soy fan de los capítulos con título. Llamadme maniática pero es algo que personalmente valoro mucho en un libro, que no por ello considero bueno un libro solo por este detalle. Este es una de esos libros, y podéis imaginaros mi cara de desconcierto cuando al empezar el libro me encuentro con el primer capitulo “Observaciones generales sobre los cuadrúpedos” me quede unos segundos pensando ¿Y esto que es? ¿Qué observaciones? parecía mas el comienzo de un ensayo que la novela que me presentaba la sinopsis. Tras este impacto inicial comencé a leer el capitulo y a ver que mi primera impresión tan negativa no tenia nada que ver con la novela (menos mal) y que la autora lejos de desvelarnos los detalles de cada capitulo con su titulo simplemente hace mención de algún detalle de lo que ocurre en este.
La historia nos viene contada desde los ojos de la joven Elise que con el pasar de los años vemos como madura, como sufre una guerra inminente lejos de su gente, pero también como se enamora. La evolución de este personaje a lo largo de la historia es increíble, al principio es una niña mimada y glotona y a lo largo de los años se va convirtiendo en una mujer fuerte que dista mucho de aquella niña. Es forzada por la situación a trabajar como doncella, lo cual es una tarea muy dura para ella que nunca ha fregado ni un plato. Como se siente perdida, sin encajar en la alta sociedad ni entre la servidumbre. Pero poco a poco se adapta a su nueva vida y a las gentes de Tyneford.
El libro es duro y triste en algunos puntos, la autora juega con las emociones en muchos puntos haciéndote reír en una pagina y llorar en la siguiente, pero la autora no llega a regodearse en la tragedia en ningún momento lo cual se agradece. Igualando los momentos duros nos encontramos momentos dulces y divertidos que han conseguido arrancarme una sonrisa. Esos momentos entre Kit y Elise no tienen precio, como se va fraguando su amistad a lo largo de los años.
Otro punto a favor del libro es que la historia transcurre a lo largo de los años, viendo como evolucionan en el tiempo cada uno de los personajes, como la guerra se acerca y como mas tarde transcurre. Vamos como Elise espera con ansia las cartas de su familia que llegan con cuentagotas, algunas con buenas noticias y otras muchas con malas, las cartas tardan meses en llegar a sus destinatarios lo cual hace que Elise reciba con ilusión cada una de ellas.
Los días siguientes pasaron en una bruma de productos de limpieza. Quitaba el polvo en sueños y la ropa me olía a vinagre. Los únicos momentos de respiro de aquella soledad eran los minutos que robaba en el patio, dándole de comer corazones de manzana y tronchos de lechuga a Mister Bobbin.Los personajes, como yo suelo decir, son achuchables. Con sus defectos y virtudes es imposible no cogerles cariño (exceptuando contadas ocasiones) vemos como transcurren sus vidas a lo largo del tiempo y al ser un pueblo pequeño la autora nos presenta con detalle a cada uno de sus habitantes.
El libro como habréis notado me ha gustado mucho, me ha enganchado y ya en las ultimas paginas leía mas lento resistiéndome a la idea de que se terminara. Por lo cual si os gustan series como downton abbey este es un libro de lectura obligatoria, precioso y que no os dejara indiferentes. Se lleva un merecidísimo 5 de 5.
Agradecimientos a la Editorial por el envío del libro
3 Besitos de chocolate:
La reseña es genial y, aunque tiene que ser un libro estupendo... no sé, no es mucho de mi estilo :S
Me alegro que te haya gustando tanto :D
Tengo muchas ganas de leerlo, me has puesto los dientes más largos todavía =)
Besotes
La verdad es que no puedo estar más que de acuerdo contigo.
Un beso.
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