Estas son las palabras que Leo le dice a Ana cuando, de la noche a la mañana, deja de ser un compañero de clase más para convertirse en su profesor particular. Ninguno de los dos imagina lo que este cambio desencadenará en sus vidas.
Leo, un chico solitario de diecisiete años, atormentado por sus circunstancias personales, encontrará en Ana la luz que necesita para escapar de su tristeza. Sin embargo, ignora que la chica de sus desvelos esconde muchos secretos, algunos tan oscuros que, para poder mantener su palabra, deberá enfrentarse a pruebas mucho más duras de lo que jamás pensó.
Ambos tendrán que superar los retos de la araña si quieren escapar de su red, pero… ¿se atreverán a jugar hasta el final?
Este libro es uno de los raros casos en
que los papeles de los protagonistas están invertidos. Nos
encontramos con una protagonista que es la malota de la historia y
que arrastra al chico al “lado obscuro”. Leo es el chico listo de
la clase, pero también un marginado al que se le da bastante bien
apartar a todos de su camino, escondiendo así la dura realidad en la
que se ha convertido su vida desde que su padre se fue. Por otro lado
tenemos a Ana, la chica guapa y popular que lo tiene todo, aparte de
un novio guapo y popular como ella, pero que se ha cansado de esa
vida en apariencia
perfecta e intenta escapar de todos los problemas en los que se ha metida ella sola.
perfecta e intenta escapar de todos los problemas en los que se ha metida ella sola.
Poco a poco la autora nos introduce que
es lo que paso para que Ana reniegue de sus amistades y de todo lo
que era, al mismo tiempo que descubrimos el juego de la araña y lo
peligroso que puede llegar a ser. Y también nos hace ver hasta que
punto la vida de Leo es un Drama.
Es como si viviera bajo un cielo gris de nubes cargadas de lluvia. Están ahí arriba, sobre mi cabeza, conteniéndose, esperando para liberar toda su furia… Y sé que tiene que ocurrir. Solo tengo que ser paciente, sobrevivir en este espacio gris que es mi hogar y mi mundo. Algún día, en algún momento, la tormenta estallará. Y yo abriré los brazos y miraré al cielo, dejaré que el agua me empape… y seré libre por fin.
En un punto de la historia me sentí un
tanto indignada con la protagonista, ya que durante los primeros
capítulos no quiere ni ver a Leo hasta que descubre que bajo toda
esa ropa pasada de moda, y varias tallas mas grande, hay un chico
bastante atractivo. Pero según avanza la historia también lo hace
ella y vemos que lo que siente no se limita a lo guapo que es Leo,
aunque hay que admitir que sigo pensando que si no es por su físico
no le hubiere hecho ni caso.
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