Reseña La canción del silencio, de Leara Martell

La canción del silencio

La vida de Aída Lizaro era perfecta. Un amante esposo, una casa bonita, dinero y el estatus social necesario para ser alguien en la vida. Lo tenía todo a su alcance hasta que un día despierta desmemoriada encerrada tras una pared de barrotes y con la única certeza de que ella no lo hizo, por mucho que las pruebas se empeñen en insinuar lo contrario. Una prostituta, un enfermero y un niño serán los encargados de derribar y reconstruir la falsedad del matrimonio Delveccio. Tres testigos de una vida llena de abusos y mentiras, apariencias y dolor. Tres testimonios que se encargarán de abrir los ojos a la vergüenza y a la desesperación.


Este libro me llego con el book tour, y le tenia muchas ganas desde que Leara empezó a publicar imagenes y descripciones de los personajes en su blog. Así que cuando salio la lista ni lo dude.
Desde que empiezas a leer sientes la música: como te envuelve, te estremece y te hace gritar de frustración.
Se nota el amor de la autora por la música, y su conocimiento de la opera (heredado de su abuelo si no me equivoco)

Lo que nadie sabe es que cuando lloro, ellas lloran. Si río, festejan conmigo. Y
si por algo me entristezco, ellas claman por su merecida venganza

Aída: Esa fiel esposa que vive por y para matrimonio. Todos dicen que es hermosa y que tiene una vida perfecta. Pero esa no es la realidad, por mucho que Aída intente negarlo y evadirse, su realidad esta muy lejos de ser perfecta. Lo escusa pensando que es por el trabajo, o puede que ella tenga la culpa…lo provoca con su incompetencia.

Violeta: Una de las amantes de Carlo y seguramente no la única, prostituta de profesión. Conoce a Aída en una fiesta y desde ese momento querrá e intentara ayudar a aquella mujer del vestido verde

Recuerdo hasta el más ínfimo e inquietante detalle de aquel cuerpo bello y
condenado. La música enmudeció a mí alrededor y mis ojos hallaron un punto tan
placentero que su mayor deseo era que no se esfumara jamás. Aquel gracil cuerpo
no hacia más que balancearse entre los invitados de la sala. Siempre sola,
siempre en silencio, siempre rodeada de la tristeza mas absoluta.

Bruno: El enfermero que cuido de Aída durante meses después de que esta sufriera un trágico “accidente”, sintió la impotencia, la frustración y el dolor de no poder ayudar a esa hermosa mujer con la que siquiera a hablado y a la que ya quiere sin remedio.

Canio: Un pequeño que vio como Aída sufría sin poder hacer nada. El pequeño y dulce Canio, un testigo mas de la impotencia…

Una historia que podría estar sucediendo ahora mismo, incluso en la puerta de enfrente sin que siquiera nos diésemos cuentas, y después diríamos lo mismo que en los telediarios “no parecía que tuvieran ningún problema, parecían tan felices”. ¿Será que no queremos darnos cuenta? ¿Somos más felices en la ignorancia? ¿Preferimos hacernos los sordos? Hay muchas Aídas por desgracia, y demasiados Carlos.

Si esperas una historia en la que la protagonista se enamora del chico perfecto, dulce, amable y guapísimo, no te encontraras con eso en este libro. Si no con una realidad dura y dolorosa.
Un libro que hay que leer, sin duda.


Un libro lleno de música en cada una de sus páginas. Una protagonista por la que sientes una empatia casi instantánea, haciéndote sentir la rabia y el dolor al saber más sobre su vida